El otro día hubo reunión familiar, y mientras los mayores acababamos de comer se escuhaba jugar a los peques:
Julillo: QUE TENGO EL DÍA LIBREEEEEEEE!!!!!
Ana: Que no tienes el día libre, ¡AL TRABAJO!
J: que son vacacioneeeeeeeeesssss
A: Que no! al trabajo!
esto lo decian mientras Julillo huía y Ana lo perseguia por toda la casa.
El juego quedó ahí, hasta que ayer escucho la siguiente conversación:
C: ¿jugamos al día libre?? ¡tengo el día libre, tengo el día libre!
y Ana persiguiendolo y agarrandolo de la capucha:
A: que no, que te vengas pal trabajo
y así una y otra vez.
y ahora ademas del pilla pilla, tenemos el juego del día libre....
Julillo: QUE TENGO EL DÍA LIBREEEEEEEE!!!!!
Ana: Que no tienes el día libre, ¡AL TRABAJO!
J: que son vacacioneeeeeeeeesssss
A: Que no! al trabajo!
esto lo decian mientras Julillo huía y Ana lo perseguia por toda la casa.
El juego quedó ahí, hasta que ayer escucho la siguiente conversación:
C: ¿jugamos al día libre?? ¡tengo el día libre, tengo el día libre!
y Ana persiguiendolo y agarrandolo de la capucha:
A: que no, que te vengas pal trabajo
y así una y otra vez.
y ahora ademas del pilla pilla, tenemos el juego del día libre....
3 comentarios:
Uy, Ana es una empresaria muy malvada, no entiende de dar días libres a los obreros, je, je.
jeje, como acabe de jefa, lo van a tener crudo!
Jo, yo quiero jugar a ese juego más a menudo pero con el día libre de verdad ;)
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